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a Five Card Flickr story by Alberto created Nov 02 2010, 06:49:21 am. Create a new one!
Hola Profesor Echeverría,
Primero pido su perdón y merced por no llegar a tiempo para nuestra entrevista. Quiero contar la historia de lo que me pasó para explicar porque no llegue, pero le aviso que quizás no lo va creer.
Pues, el cuento empieza con un concierto espontáneo de los Flaming Lips aquí en Buenos Aires. Estaba con mi amigo Carlos cuando vimos una masa de gente alrededor de una plataforma en el parque. Este concierto supuestamente no era planeado y la banda estaba allí nada más porque querían. Todavía tenía tiempo antes de nuestra cita, entonces Carlos y yo nos acercamos a la plataforma y nos juntamos como parte de la masa. Muchas personas empezaban a llegar, llamadas por la música, y la masa de gente de repente se convierto en una gran fiesta de 300 personas. Durante el concierto, una persona en un globo inflado se echo encima de la masa, mientras nosotros le tiramos por todos lados. Era muy divertido, pero cuando me fije a mi reloj, me di cuenta que el tiempo para nuestra cita se cercaba y le dije a Carlos que ya me necesito ir.
Carlos estaba muy frustrado conmigo y trataba de convencerme a quedar en la fiesta. Le decía a Carlos que esta entrevista era muy importante y aunque me gustaría quedarme en la fiesta yo necesité ir a la cita. Como a Carlos le odia perder, me ofreció unos pastelitos que acaba de comprar de una persona en la fiesta. Decía que eran los pastelitos mas deliciosos del mundo y que si me quedaba, el me daría unos de sus pastelitos. Yo le decía que estaba exagerando porque los pastelitos no parecían especiales. Profesor, yo era muy equivocado. Me dio una, y lo probé. ¡Qué delicioso era ese pastelito! Nunca en mi vida había comido algo tan bueno. No obstante, mi clemente profesor, yo sabía que llegar a la entrevista era más importante. Me despide de Carlos, que por una razón ya no me hacía caso de todos modos.
Pero mientras caminaba a mi casa para cambiar mi ropa, empecé sentir un poco mareado. No sé exactamente que pasó, pero entre en un mundo en mi mente que nunca había visto. Yo estaba nadando debajo del mar envuelto en colores de azul y verde. El agua era cálida y rica y no necesitaba oxigeno para respirar. Estaba hablando con los delfines, los pescados, y también los corales. Ahora lo pienso extraño, pero en el agua creía que era normal. Era una experiencia mágica.
De repente una mujer, que se llamaba Kate, llegó en un vestido de buceo. No podía hablar, pero señaló que quería que yo fuera con ella. Mientras nadábamos, me dio una bolsa lleno de algo, pero no tenía tiempo de ver que estaba adentro porque en ese momento, me desperté; yo creo. Estaba en una carpa y podía oír música afuera. Salí de la carpa y tome un momento a procesar que fuera lo que estaba viendo. Era un festival cultural de americanos nativos de los EEUU. Por qué estaban celebrando eso en Buenos Aires, todavía no lo sé. Sin embargo, estaba allí, confuso y con un poco de dolor de cabeza, cuando una chica disfrazada en la ropa tradicional de los nativos vino a saludarme. Decía que me encontró tirado en un charco de agua en la calle y que yo estaba farfullando cosas muy raras. Me trajo al festival porque no quería dejarme en la calle no tenía tiempo para llevarme al hospital. Le di muchas gracias y me hubiera quedado, pero me di cuenta del tiempo, las 9:30 de la noche, y entonces me despedí. Antes que me fuera, la niña dijo que su nombre era Kate y me dio una bolsa como un recuerdo de mi tiempo allí. Mientras estaba regresando a mi casa, abrí la bolsa para ver que estaba adentro. ¿Puede adivinar que era, mi sapiente profesor? Limones. Una bolsa de limones. No puedo entender porque Kate me dio limones como un recuerdo de una fiesta de americanos nativos, y también la coincidencia de esa Kate y la Kate de mis sueños.
Entonces, mi comprensivo profesor, estoy aquí en mi casa comiendo pizza con limón escribiendo esta historia. Asegurase que nada lo que haya dicho es falso. Por ende, mi profesor perdonador, ¿podíamos tener nuestra cita mañana u otro día que se conviene? Si quiere, puedo ver si Carlos todavía tiene unos de esos pastelitos para que los pueda probar.
Espero su respuesta y su juicio,
Alberto
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